¿Rata o pollo? La cadena de comidas rápidas respondió por la foto que se hizo viral

KFC intentó ponerse en contacto en reiteradas oportunidades con el hombre que denunció que le sirvieron una rata en vez de pollo. Sin embargo, con algunas imágenes la empresa intenta demostrar que se trata de una presa de pollo con forma inusual.

Luego de la polémica que se armó en torno a la foto que publicó un cliente de la cadena KFC al mostrar una presa de comida en forma de rata, la empresa salió a desmentirlo.

Devorise Dixon, de 25 años, publicó dos fotos de los bocadillos sospechosos en su perfil de Facebook y ya fueron compartidas más de 125 mil veces desde el viernes pasado. «Volví a KFC ayer y hablé con la encargada. Me dijo que era una rata y se disculpó. Hora de llamar a un abogado. Sean precavidos y no coman comida rápida», expresó el joven.

Sin embargo, desde KFC señalaron en un comunicado en los medios que Dixon no ha respondido a sus intentos de ponerse en contacto con él.

«KFC ha hecho varios intentos de contactar con este cliente, pero él se niega a hablar con nosotros directamente o a través de un abogado«, indicó el gigante de la comida rápida a Yahoo News.

«Nuestras ofertas de pollo a menudo varían en tamaño y forma, y actualmente no hay evidencia para apoyar esta alegación. Hemos ampliado la oportunidad de llevar la comida a un laboratorio independiente evaluar el producto, pero el cliente se niega a ofrecer el producto en cuestión «.

En tanto, la propia empresa difundió imágenes que demostrarían que no se trata de una rata, sino de un trozo de pollo empanado y frito con forma inusual.

minutouno.com

 

El fin de un mito: cuántas calorías tiene un plato de fideos

«Es hora de eliminar esa creencia popular», reclama la médica especialista en nutrición Mónica Katz. Sugiere incorporarlas a la dieta al menos en la mitad de las comidas. Tabla comparativa para equilibrar la dieta.

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No importa cuántas investigaciones científicas haya al respecto, ya que la creencia popular o ‘mito’ parece ser más fuerte que la ciencia. ¿Qué tan temidas pueden ser las harinas en una dieta? Tal como indica la médica especialista en nutrición Mónica Katz, hay que perder el miedo a comer.

«En el año 1985 dos investigadores trataron de comprobar si era verdad el mito que sostiene que lo que comés de harina se transforma en grasa. Se descubrió que no. De cada 500 gramos de harina, solamente armamos 9 gramos de grasa en el peor de los escenarios. Así que realmente esto es un mito científico que se ha derribado, pero no ahora, sino hace muchos muchos años», señala en Infobae.

Entonces, ¿Por qué siguen siendo tan temidas? «En principio porque vende. Y como vende y hay famosos referentes que así lo creen lamentablemente y mucha gente lo valida. Por eso es tan importante comunicar que en la alimentación diaria, los hidratos deberían ser el 50 por ciento».

Las harinas y el humor

Suele ocurrir en personas que siguen las dietas ‘de moda’ -que eliminan por completo las harinas- que empiezan a sentir cambios en su carácter. Esto tiene una explicación.

«Cuando te sacan las harinas básicamente te van a pasar tres cosas: vas a estar de mal humor, lo segundo va a ser un poco de descontrol de impulsos, es decir cuando no te das cuenta te bajaste un paquete de galletitas y tercero te cuesta un poco más llenarte, lograr lo que se llama saciedad», aclara Katz.

Es por que eso que la médica sugiere eliminar el concepto de «temerle a un plato de fideos», por ejemplo, o a una porción de arroz, o a una banana o a una papa.

«Con estos mitos pasan cosas maravillosas. La gente ve una ensalada Caesar y la consume porque piensa que es menos calórica. No está mal comer esa ensalada, lo que está mal es nunca elegir un plato de pasta que tiene las mismas calorías. Con salsa fileto y dos cucharadas de queso».

«Lo mismo con un pollo con ensalada, está al mismo nivel. Tomamos 200 decisiones diarias de comida y bebida. Por eso necesitamos rodearnos de buenos alimentos», resalta Katz.

Claro que las porciones importan. Es por eso que para una mujer se recomienza la cantidad de 100 gramos de pasta -un poco más para el hombre-. Una buena medida para calcular sería, en el caso de los spaghettis, todos los que entren en el cuello de una botella de agua, gaseosa o vino.

«Una barrita de cereal, sin demonizar, son 100 calorías y un plato de pasta son 380. Tenemos ciclos de demonización y entronización de alimentos. Quizás nos llegó el momento de entender que todo alimento puede ser parte de tu alimentación siempre y cuando lo comas en porciones controladas y lo balancees con movimiento», concluye.

Fuente: http://www.lt10digital.com.ar/noticia/idnot/234052/elfindeunmitocuantascaloriastieneunplatodefideos.html

Se exporta un 139% más de pollo que carne vacuna

Argentina exportó carne aviar fresca por 20.825 toneladas versus 8706 toneladas de carne bovina, un 139% más.

Las exportaciones de carne aviar superaron en casi 140 por ciento a las bovinas y el pollo, que en su mayor parte, se destina a Venezuela en el marco de acuerdos bilaterales.

Así lo informó el portal Valor Soja de Ezequiel Tambornini: «La Argentina abandonó el mercado internacional de cortes frescos bovinos (una especialidad con alto valor agregado) para posicionarse como exportador de carne aviar (un commodity estandarizado)», indicó.

En su sitio que se caracteriza por actualizar informaciones del sector agropecuaria, «en el primer mes de 2013» , según últimos datos oficiales del Senasa, «Argentina exportó carne aviar fresca por 20.825 toneladas versus 8706 toneladas de carne bovina», un 139 por ciento más, informa la agencia NA.

Mientras que en 2012 esa diferencia había sido del 118%, 238.599 toneladas aviares contra 109.339 bovinas.

En tanto, en 2011 fue del 62%: 192.612 tonaleas aviares versus 118.483 toneladas de carne vacuna.

«Si bien la carne argentina es uno de los productos emblemáticos del país en el mundo, el gobierno nacional aplica un derecho de exportación del 15% sobre el mismo», destacó el portal.

La carne aviar, en cambio, casi no tiene retenciones al contar con un derecho del 5,0% y un reintegro del 3,4%: «es decir: tiene una retención efectiva de 1,6%».

Además, las industrias avícolas argentinas son «subsidiadas» con un maíz baratísimo.

«Buena parte de las exportaciones de pollos con destino al mercado venezolano se realizan en el marco de acuerdos bilaterales gestionados entre representantes del gobierno kirchnerista con sus pares bolivarianos», señaló Tambornini.

En enero pasado las exportaciones de carne aviar fresca con destino a Venezuela fueron de 9019 toneladas, una cifra equivalente al 43% del total.

En segundo lugar se ubicó Chile con 2.416 toneladas.
por MDZ

La Argentina exportó más pollo que carne vacuna en lo que va del año

El sector avícola del país se ubica entre los cinco mayores exportadores del mundo; la producción bovina cae debido a los controles oficiales.
Podría denominarse como el boom del pollo en el país de la vaca. La Argentina exportó más carne de aves que de ganado vacuno en lo que va del año. El sector avícola acumula años de un vertiginoso crecimiento debido a inversiones en tecnología y a una abundante y barata oferta de granos que multiplicó su producción y lo colocó entre los cinco mayores exportadores del mundo.

Los controles oficiales fueron la principal causa de la merma productiva de la carne vacuna y de la caída del país del tercer puesto que ocupaba en el 2005 al décimo que ostenta actualmente en el ránking global de exportadores.

Entre enero y agosto del 2012, la Argentina exportó 163.000 toneladas de carne de aves por unos 265 millones de dólares, casi un 19 por más en términos interanuales, según cifras oficiales. En el mismo período, el país vendió 125.993 toneladas de cortes bovinos, un 28,2 por ciento menos que en igual lapso del 2011.

«Es un número récord que tiene que ver con la productividad, los precios y la escala que tenemos», explicó Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), que congrega a las firmas productoras de pollos -el principal producto aviario del país- de Argentina.

El ejecutivo agregó que el sector apunta a exportar 600.000 toneladas en el 2017. Un factor clave en la productividad del sector es la amplia disponibilidad de alimento animal que hay en la Argentina que está entre los primeros proveedores mundiales de maíz y soja, que son más baratos en el mercado interno porque el Gobierno cobra impuestos a las exportaciones.

Domenech pronosticó que este año el país producirá más de 2 millones de toneladas de carne aviaria, por encima de los 1,78 millones del 2011, y que las exportaciones de todos los productos avícolas -contemplando productos no alimenticios llegarán a entre 330.000 y 340.000 toneladas.

«A nivel genético tenemos cada vez mejores resultados en la generación de peso en menos tiempo», dijo el presidente de CEPA.

Los principales destinos del pollo argentino son Venezuela, China, Sudáfrica y Chile. Pero aún está lejos de Brasil y Estados Unidos, las potencias exportadoras que dominan el mercado internacional.

Mientras la industria avícola pegaba un salto, el sector cárnico vivió en la última década un retroceso -que siguió a años de estancamiento- del que recién empezó a salir, lentamente, en el 2010.

Algunas fuertes sequías y, particularmente, los intentos por regular la actividad del Gobierno del presidente Néstor Kirchner -entre el 2003 y el 2007- y después de Cristina, golpearon al sector.

En los primeros ocho meses del año la producción de carne vacuna creció un 2,6 por ciento -respecto del mismo período del año previo- a 1,69 millones de toneladas, según datos oficiales.

Las exportaciones, sin embargo, siguen cayendo por los impuestos que cobra el fisco y por un tipo de cambio que vuelve poco competitiva la carne argentina, según la cámara de la industria cárnica Ciccra.

La facturación, de todos modos, es todavía mayor que la del sector avícola, y llegó a 682 millones de dólares en el período.

Sin embargo, pese a los inconvenientes que podrían significar un alza en los costos y una caída en la demanda internacional por la desaceleración económica global, las exportaciones avícolas podrían pronto acercarse a esa cifra.

«El proyecto nuestro es estar para el 2017 en 2,5 millones toneladas de producción -un 25 por ciento más que este año- y exportar 600.000 toneladas», concluyó Domenech, de la cámara avícola.

Agencia Reuters

La Argentina exportó más pollo que carne vacuna en lo que va del año

El sector avícola del país se ubica entre los cinco mayores exportadores del mundo; la producción bovina cae debido a los controles oficiales

Podría denominarse como el boom del pollo en el país de la vaca. La Argentina exportó más carne de aves que de ganado vacuno en lo que va del año. El sector avícola acumula años de un vertiginoso crecimiento debido a inversiones en tecnología y a una abundante y barata oferta de granos que multiplicó su producción y lo colocó entre los cinco mayores exportadores del mundo.

Los controles oficiales fueron la principal causa de la merma productiva de la carne vacuna y de la caída del país del tercer puesto que ocupaba en el 2005 al décimo que ostenta actualmente en el ránking global de exportadores.

Entre enero y agosto del 2012, la Argentina exportó 163.000 toneladas de carne de aves por unos 265 millones de dólares, casi un 19 por más en términos interanuales, según cifras oficiales. En el mismo período, el país vendió 125.993 toneladas de cortes bovinos, un 28,2 por ciento menos que en igual lapso del 2011.

«Es un número récord que tiene que ver con la productividad, los precios y la escala que tenemos», explicó Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), que congrega a las firmas productoras de pollos -el principal producto aviario del país- de Argentina.

El ejecutivo agregó que el sector apunta a exportar 600.000 toneladas en el 2017. Un factor clave en la productividad del sector es la amplia disponibilidad de alimento animal que hay en la Argentina que está entre los primeros proveedores mundiales de maíz y soja, que son más baratos en el mercado interno porque el Gobierno cobra impuestos a las exportaciones.

Domenech pronosticó que este año el país producirá más de 2 millones de toneladas de carne aviaria, por encima de los 1,78 millones del 2011, y que las exportaciones de todos los productos avícolas -contemplando productos no alimenticios llegarán a entre 330.000 y 340.000 toneladas.

«A nivel genético tenemos cada vez mejores resultados en la generación de peso en menos tiempo», dijo el presidente de CEPA.

Los principales destinos del pollo argentino son Venezuela, China, Sudáfrica y Chile. Pero aún está lejos de Brasil y Estados Unidos, las potencias exportadoras que dominan el mercado internacional.

Mientras la industria avícola pegaba un salto, el sector cárnico vivió en la última década un retroceso -que siguió a años de estancamiento- del que recién empezó a salir, lentamente, en el 2010.

Algunas fuertes sequías y, particularmente, los intentos por regular la actividad del Gobierno del presidente Néstor Kirchner -entre el 2003 y el 2007- y después de Cristina, golpearon al sector.

En los primeros ocho meses del año la producción de carne vacuna creció un 2,6 por ciento -respecto del mismo período del año previo- a 1,69 millones de toneladas, según datos oficiales.

Las exportaciones, sin embargo, siguen cayendo por los impuestos que cobra el fisco y por un tipo de cambio que vuelve poco competitiva la carne argentina, según la cámara de la industria cárnica Ciccra.

La facturación, de todos modos, es todavía mayor que la del sector avícola, y llegó a 682 millones de dólares en el período.

Sin embargo, pese a los inconvenientes que podrían significar un alza en los costos y una caída en la demanda internacional por la desaceleración económica global, las exportaciones avícolas podrían pronto acercarse a esa cifra.

«El proyecto nuestro es estar para el 2017 en 2,5 millones toneladas de producción -un 25 por ciento más que este año- y exportar 600.000 toneladas», concluyó Domenech, de la cámara avícola.

Fuente: La Naciòn

El pollo le saca una amplia ventaja a la crisis ganadera

Al cierre de 2012, la producción de pollos en el país habrá crecido casi 80% en seis años; las exportaciones se habrán duplicado en volumen y crecido 465% en valor. Mientras que, en paralelo, el consumo interno habrá aumentado 40%. En tanto, la faena vacuna cayó 18,7% hasta fin de 2011; la exportación del año pasado fue la menor en 22 años y el consumo local desde 2006 se retrajo 12%.
El Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) celebraron el Día Nacional de la Avicultura Argentina. En el encuentro se evaluó el desarrollo del sector en producción, consumo y comercialización; el impacto favorable en la industria de los créditos del Bicentenario y el fomento de mercados internacionales.

El presidente de CEPA, Roberto Domenech, apuntó que para este año se proyecta un volumen de producción de 2 millones de toneladas de carne de pollo con exportaciones por 650 millones de dólares.

Desde 2006, cuando se restrin¬gieron las exportaciones de car¬ne vacuna por cupos impuestos por el Gobierno nacional, esta industria comenzó una época de recesión mientras los avicul¬tores comenzaron a florecer.

El titular de CEPA, Roberto Domenech, arrojó cifras de un balance exultante para su sector en los últimos años: al cierre de 2012, la producción de pollos en el país habrá crecido casi 80% en seis años; las exportaciones se habrán duplicado en volumen y crecido 465% en valor. Mientras que, en paralelo, el consumo interno habrá aumentado 40%.

En tanto, la faena vacuna cayó 18,7% hasta fin de 2011; la exportación del año pasado fue la menor en 22 años y el consumo local desde 2006 se retrajo 12%.
El evento contó con la participación de la ministra de Industria, Débora Giorgi, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, el gobernador de la provincia de La Pampa, Oscar Jorge y el presidente de la Camara de Diputados Julian Domínguez, entre otros funcionarios y empresarios.

El titular de CEPA expresó que el crecimiento del sector avícola permitió cubrir un nivel de demanda insatisfecha por la industria bovina, cambiar la matriz de consumo de carne de los argentinos, generar la creación de más de 25.000 puestos de trabajo y desarrollar un mercado internacional.

El acto contó con la proyección de un video en el que se exhibieron las inversiones realizadas con créditos del Bicentenario y otras obras puestas en marcha durante el periodo 2011/2012.

Además, Domenech anunció un programa de apoyo financiero junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, “que permitirá atender gran parte de las necesidades de granjeros, agilizándoles sus decisiones y resolviéndoles el tema de las garantías”.

Finalmente, resaltó que “el camino de la exportación es un camino sin retorno” y que “llegar a él ha demandado un tremendo esfuerzo, sumado a tener las condiciones públicas, políticas y económicas adecuadas”.

“Las negociaciones internacionales, las aperturas sanitarias y la promoción de productos y marca Argentina son y serán cada día más estratégicas. Podemos producir pero hay que producir para el mundo”, indicó Domenech al tiempo que aseguró que “el mercado interno está suficientemente abastecido”.

El titular de CEPA concluyó que hoy, en el país, “podemos decir y mostrar que la avicultura es una cadena de valor industrial, que no sólo se moviliza internamente, sino que trasciende al mundo y exporta equipamientos y productos para la avicultura”.
mdzol.com