El presidente de la Cámara de Diputados, que aspira a ser candidato, está convencido de que la suerte de cualquiera de los postulantes del kirchnerismo está unida a la de la Presidenta
Por Laura Serra | LA NACION
Julián Domínguez quiere ser presidente. El titular de la Cámara de Diputados no anuncia todavía su precandidatura por el oficialismo a la espera de una señal de Cristina Kirchner, a quien considera «un punto ordenador» crucial en el armado del Frente para la Victoria. Reivindicador acérrimo de la política y de la militancia peronista, descree profundamente de Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, y confía en que la Presidenta sea candidata en 2015.
«Lo mejor que le puede pasar a cualquier candidato oficialista es que la referente más importante de nuestro espacio lo acompañe en la lista. Sería el sello de garantía hacia el pueblo argentino, que tiene la certeza de que Cristina, cada vez que tomó una decisión, lo hizo siempre privilegiando el interés de la mayoría», exalta Domínguez, en diálogo con LA NACION.
-¿Usted cree que Cristina competirá el año próximo?
-No puedo responder por la Presidenta. De lo que estoy convencido es de que Cristina es el puente político hacia el futuro de nuestro proyecto. Es el punto ordenador del espacio; por lo tanto, cualquiera de los compañeros que cree que puede conducir el destino de la Argentina está estrictamente vinculado a la suerte de la Presidenta y de nuestro gobierno.
-¿Usted competirá como precandidato presidencial?
-Yo aspiro a ser parte de la conducción del proyecto nacional en la Argentina, en los próximos años. Estoy poniendo todo mi empeño y mi tiempo en difundir lo que creo que es lo mejor para el país.
-Para usted, ¿cualquiera de los candidatos oficialistas debe tener a Cristina como Norte?
-Nuestro espacio político no tiene posibilidad de éxito si Cristina no es el puente de transición de este presente hacia el futuro.
-¿Scioli encarna fielmente el proyecto kirchnerista?
-Repito lo que digo siempre: yo aspiro a que quien conduzca sea un cuadro político formado en el peronismo, que su vida y su origen sea peronista, que sea de la militancia, tenga experiencia e historia de unidad básica y reúna el sentimiento de la dirigencia peronista.
-Scioli no tendría ese perfil.
-No es mi problema. Al cabo de estos doce años, la política debe honrarse a sí misma y dar lugar a dirigentes que hayan nacido de la política. Muchas veces se privilegió el marketing y cada vez que eso sucedió a la Argentina le ha ido muy mal.
-Scioli, Randazzo, Uribarri, usted… ¿esta oferta electoral tan fragmentada del kirchnerismo no lo debilita?
-Nosotros no tenemos necesidad de exhibir una persona; tenemos el desafío de defender un gobierno. Ésta es nuestra diferencia respecto de la oposición. Nuestro capital electoral es lo que hemos hecho. Somos una corriente humanista, nacional, social y cristiana, que tiene como característica reconocer el liderazgo de quien conduce porque quien lo hace decide en función del interés de la mayoría.
-¿Quién es el mayor contrincante: Macri, Massa o alguno de los candidatos de UNEN?
-Nuestra antítesis está en el liberalismo en su máxima expresión.
-Entonces es Macri…
-Ésa es la respuesta.
-Hoy parece haber dos visiones de país: unos lo pintan con una economía paralizada, inflación creciente y caída de reservas, y el oficialismo relativiza estas críticas. ¿Cuál es su visión?
-La Argentina está en el país en el que planificábamos estar. Sabíamos que 2013, 2014 y 2015 son los años de mayores vencimientos de la deuda y éramos conscientes de que, al recuperar la mayoría accionaria de YPF, íbamos a tener problemas con la importación de energía, con el requerimiento de dólares para su financiamiento. Hemos perdido los superávits gemelos, pilares del crecimiento de los primeros años, porque optamos, antes que el ajuste, por garantizar un mercado interno competitivo con la importación de combustible. Por eso digo: estamos en el país que decidimos estar.
-¿El país en el que ustedes preveían estar incluye una inflación del 40 por ciento?
-No creo que estemos en esta cifra.
-¿Cuál es el índice de inflación?
-Está más cerca del porcentaje en el que cerraron las últimas paritarias, del 28 o 30%. La cifra del 40% forma parte de esas cosas que se dicen sin sustento.
-Pero hay inflación alta…
-Sin duda que en las góndolas donde hay oferta de productos de empresas que tienen posición monopólica se ven mayores subas de precios.
-Entonces la inflación obedece a la acción de un grupo de empresas monopólicas…
-Nos está faltando en la Argentina mayor competencia en el mercado a la hora de la oferta de productos. Y esto no es un problema del Estado, sino un problema de la estructura económica del país.
-Pero para ello hace falta inversión y eso es lo que no hay.
-La inversión tiene que surgir de los propios argentinos. La idea de que la inversión externa nos va a salvar es una ilusión mágica.
-¿El sector privado está trabando la gestión económica?
-[Piensa] Falta argentinizar el esfuerzo de los empresarios. El destino de la Argentina no es la destrucción del Estado, sino el concurso de todos los actores. No hay mayor seguridad jurídica ni certeza económica que saber que la Argentina se ha desendeudado, en 2016 dejará atrás el estrangulamiento externo y va reduciendo progresivamente la importación de energía.
-¿En 2015 debe haber una negociación con los fondos buitre?
-La negociación con los acreedores argentinos debería ser en los términos que fija la ley.
-Pero se habla de pagar a los buitres según las sentencias favorables en Estados Unidos.
-Según mi opinión, nosotros deberíamos pagar sólo en los términos que ordenó por ley el Congreso. Y aspiro a que llegue el momento en que la Argentina recupere el principio de territorialidad, donde los contratos se ejecuten en el lugar donde se celebran..