Lo informó el Rectorado de la UBA, que decidió recuperar todos los días perdidos. Entre las opciones que se manejan, se propone continuar el ciclo hasta enero de 2012, cursar los sábados o en vacaciones de invierno.
Con la obligación de hacer cumplir los 180 días de clases que figuran en la ley, el Rectorado de la UBA decidió modificar el calendario escolar del colegio Carlos Pellegrini, que se mantiene tomado por protestas, para que se recuperen días de estudio. Se elevaron cinco opciones, entre ellas que se dicten clases los sábados y hasta que se estiren hasta enero de 2012.
La noticia se conoció por un comunicado difundido por la secretaria académica de la UBA, Catalina Nosiglia. “Se decide reprogramar” por las “tomas y el cordón que sigue sosteniéndose”, explica los motivos una parte del texto. La escuela Pellegrini, ubicada en Marcelo T. de Alvear 1851, debe “conservar y fortalecer la excelencia académica que caracteriza a este establecimiento dependiente de la Universidad de Buenos Aires”, agrega Nosiglia.
Así, eleva opciones para recuperar 15 días hábiles del ciclo lectivo. Se baraja la posibilidad de cursar durante varios sábados seguidos, suspender viajes educativos, que se dicten clases en las vacaciones de invierno, exámenes de agosto sin suspensión de clases o hasta que los alumnos asistan durante dos semanas de enero de 2012. Tras la noticia de la extensión del ciclo, los profesores de la Asociación Gremial Docente, que apoyan la toma, cuestionaron que la UBA “sacó una resolución administrativa menor, y no contesta frente a tamaña crisis institucional”.
La decisión del Rectorado se toma tras los más de dos meses de conflicto que cumple el colegio y el pedido del ministro de Educación nacional, Alberto Sileoni, de que se cumpla con el piso de días de estudio. Los alumnos mantienen vedado el ingreso al establecimiento de las autoridades. La protesta, según los jóvenes, es con dictado de clases, aunque no todos los profesores se plegaron a la medida. Reclaman, entre otros puntos, la designación docente por concurso y tener más participación en las decisiones en las que está involucrado el colegio.
Fuente: La Razón